Camagüey.- Los festejos por el cumpleaños 500 de la fundación de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, se inició en esta ciudad con un desfile que inauguró la tradicional Semana de la Cultura Camagüeyana.
Tras la lectura del bando desde los balcones del Gobierno municipal por parte del Alcalde, tradición heredada de los años de dominación española, rompió la fiesta en la calle Cisneros, con la participación de la casi centenaria Banda Provincial de Conciertos, destaca la prensa local.
Durante todo el día continuaron las actividades programadas para la primera jornada de la Semana de la Cultura Camagüeyana, coronada con una gala que esperó hasta la medianoche por el aniversario 500 de esta ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Como parte del aniversario, también se inauguró el encuentro de negocios ExpoCam 2014 con la participación de más de 50 entidades nacionales y extranjeras que busca promover la iniciativa empresarial.
Hasta el venidero 7 de febrero los habitantes y visitantes de esta hermosa ciudad, capital de la provincia de igual nombre, disfrutarán de un programa de alrededor de 800 acciones culturales, entre exposiciones, conciertos, representaciones teatrales, danza, entre otras actividades.
Según la tradición, Santa María del Puerto del Príncipe se fundó el 2 de febrero de 1514 en Punta de Guincho, en Nuevitas; posteriormente se trasladó a las márgenes del río Caonao, para asentarse definitivamente entre los ríos Tínima y Hatibonico, en el cacicazgo de Camaguebax, al cual le debe su nombre actual.
Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2008 y es el mayor y más conservado entre las siete villas fundacionales de Cuba.
La ciudad se caracteriza por sus callejuelas y calles estrecha que desembocan en plazas y plazuelas donde mueren, o nacen, otras y que crean una trama urbana en forma de laberinto hechas precisamente para perder al intruso.
Sin embargo, ni esta caprichosa entramada ni el hecho de estar ubicada en el centro de un extenso territorio, impidieron que piratas como Jacques de Sores, Henry Morgan, Jacques Jean David Nau (el Olonés) y Francois Grammont, dejaran de atacarla, y que una sublevación de esclavos proveniente de Sancti Espíritus casi la destruyera toralmente.
En esas sinuosas calles abundan las edificaciones con significativos valores arquitectónicos, como las iglesias y conventos que abundan en la ciudad, o las vetustas casonas refugiadas del sol por las tejas de barro; o plazas como las de San Juan de Dios, la del Carmen, la plazoleta de Bedoya, o la antigua Plaza de Armas, hoy parque Agramonte.
El territorio camagüeyano potencia en su capital el turismo de ciudad con numerosas ofertas culturales y recreativas, mientras al norte dispone de más de 120 kilómetros de excelentes playas, localizadas en Santa Lucía (el punto más cercano a la segunda barrera coralina más extensa del mundo) y en la cayería que forma parte del archipiélago de los Jardines del Rey.
Al sur se encuentran más de 660 diminutos cayos que Cristóbal Colón bautizó con nombre de Jardines de la Reina, en honor a su majestad Isabel la Católica y que hoy es una de las áreas protegidas más grande y vírgenes de Cuba, con una extensión que sobrepasa los 2 170 km2.
Igualmente dispone de los macizos montañosos de Sierra de Cubitas y Sierra de Najasa, con exuberante vegetación, cuevas con huellas aborígenes, así como sitios para el buceo, la pesca, reservorios de aves y zonas protegidas donde practicar el senderismo, el turismo ecuestre, entre otras modalidades.